sábado, 9 de noviembre de 2013

PRODUCTOS TECNOLÓGICOS SOSTENIBLES

Célula solar en el interior del vidrio de ventanas
La empresa solar Konarka ha desarrollado una célula solar que se embebe en ventanas. Konarka espera que las ventanas sean capaces de generar suficiente electricidad durante el día como para alimentar la iluminación nocturna de un hogar convencional.
La empresa, con sede en Massachusetts, ha acordado con la firma de construcción Arch Aluminium & Glass integrar sus células fotovoltaicas transparentes en todo tipo de materiales de construcción, incluyendo ventanas.
Además de transparentes, las láminas solares pueden ser tintadas en distintos colores. El producto de Konarka empleado en los materiales de construcción de Arch es el último exponente de una tendencia en uno de los sectores que más notan la crisis en todo el mundo y mayor huella ecológica provocan: la construcción: los materiales fotovoltaicos integrados en edificios, BIPV en sus siglas en inglés.
Neumáticos más eficientes contra el cambio climático
El debate sobre el futuro del automóvil se centra actualmente en la transición desde el motor de explosión hacia el coche eléctrico, pasando por una transición donde convivirán motores de explosión de bajo consumo e inyección, híbridos y, finalmente, vehículos íntegramente eléctricos, a medida que las baterías se abaraten, aumenten su fiabilidad y reduzcan su coste.
Pese a haber sido mejorado, el motor de explosión no ha evolucionado en su mecanismo fundamental que le hace depender de la quema de combustibles fósiles, o sustitutivos que imitan el comportamiento de éstos. De ahí que gobiernos e industria centren sus recursos, debilitados por la crisis mundial, en la tecnología motriz.
La Unión Europea quiere estimular con medidas legislativas el desarrollo de neumáticos no contaminantes que sean, además, capaces de reducir el consumo de combustible, la siniestralidad y la contaminación sonora.
Se trata de ruedas tecnológicamente más sofisticadas y que disminuyen la fricción con el pavimento y, por tanto, el consumo de combustible. Las emisiones de ruido también se reducen con los nuevos prototipos, además de mejorar la seguridad.
Aplicaciones "verdes" para iPhone, Android, BlackBerry OS, Windows Mobile
El iPhone se convirtió en el modelo a seguir por el resto de la industria de telefonía para la gama de teléfonos inteligentes o smartphone.
De momento, son los usuarios del iPhone los que se benefician de aplicaciones diseñadas para ayudarnos a reducir nuestra huella ecológica.
Existen decenas de aplicaciones, tanto gratuitas como de pago, que prometen servicios como facilitar información detallada sobre transportes públicos, calcular el impacto ecológico de actividades cotidianas, calcular el gasto de nuestro vehículo, encontrar personas para compartir coche, encontrar productos vegetales en un entorno local, comprobar la calidad ética de un producto y muchas otras posibilidades.
También se han desarrollado otros productos como son las bicicletas de bambú y algunas mochilas para hacer senderismo o montañismo, que llevan paneles solares integrados y que permiten cargar el teléfono, así como cualquier dispositivo electrónico en el interior de dicha mochila. 
Interface ha desarrollado sus ya conocidas fotosferas, desarrolladas con un 63% de material biológico, y consiste en moquetas y suelos, que a pese no contener aditivos industriales, comparten usa características de calidad tan altas o incluso superiores. 
La loseta Fotosfera Structured tiene el pelo dispuesto en bucles y ofrece un rendimiento de confianza en espacios donde se utilicen sillas de ruedas. Gracias a la instalación ashlar, resulta fácil crear un efecto de rollo, lo que permite que el diseño del suelo fluya por toda la estancia.
La construcción microtuft de Fotosfera Micro puede utilizar menos fibra que los productos fabricados con construcción tufting convencionales, pero ofrece un rendimiento contrastado que combina una excelente fiabilidad con escaso impacto medioambiental. Su moderno estampado lineal y sus frescos colores crean una sensación moderna que mejora todos los espacios contemporáneos.

Fotosfera es ejemplo de cómo la dedicación puede impulsar un cambio positivo y llevarnos a productos más sostenibles. Con el fin de completar la oferta de Fotosfera para nuestros clientes, hemos incluido de serie dos de nuestras soluciones complementarias más sostenibles: Cool Carpet® y TacTiles™.


EL PROTOCOLO DE KIOTO

El objetivo del Protocolo de Kioto es reducir en un 5,2% las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, con relación a los niveles de 1990, durante el periodo 2008-2012. Es el principal instrumento internacional para hacer frente al cambio climático. Con ese fin, el Protocolo contiene objetivos para que los países industrializados reduzcan las emisiones de los seis gases de efecto invernadero originados por las actividades humanas: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).

Entre las actividades a las que se exige que reduzcan sus emisiones, se encuentran la generación de electricidad, el refino de hidrocarburos, las coquerías, la calcinación o sinterización de minerales metálicos, la producción de arrabio o de acero, la fabricación de cemento y cal, la fabricación de vidrio, la fabricación de productos cerámicos y la fabricación de papel y cartón. Sin embargo, no se encuentran reguladas por el Protocolo las emisiones procedentes del sector del transporte y del sector residencial, que son considerados como sectores difusos.

Este Protocolo fue firmado en Diciembre de 1997 dentro de la Convención Marco sobre Cambio Climático de la ONU (UNFCCC). Para que el acuerdo haya entrado en vigor, ha sido necesario que 55 naciones que representan el 55% del total mundial de las emisiones de gases de efecto invernadero lo hayan ratificado. En la actualidad 164 países lo han ratificado o aceptado, lo que supone más del 61% de las emisiones, según datos de la UNFCCC. El acuerdo entró en vigor el 16 de febrero de 2005, después de la ratificación por parte de Rusia el 18 de noviembre de 2004.

El gobierno de Estados Unidos firmó el acuerdo pero no lo ratificó, por lo que su adhesión solo fue simbólica hasta el año 2001, en que se retiró del mismo, no porque no compartiese su idea de fondo de reducir las emisiones, sino porque considera que la aplicación del Protocolo es ineficiente e injusta al involucrar sólo a los países industrializados y excluir de las restricciones a algunos de los mayores emisores de gases en vías de desarrollo (China e India en particular), lo cual considera que perjudicaría gravemente la economía estadounidense. Otros países que tampoco lo han ratificado son Australia, Croacia y Kazahastan.

El Protocolo de Kioto, en España: 

2010
 

En España se recortaron un 8% las emisiones de gases de efecto invernadero durante el 2010, reduciéndose la diferencia con los objetivos de Kioto a un 5%. Pero datos del informe anual del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE) afirman que ha contribuido la crisis, porque se utiliza menos agua y se generan menos residuos, más que mejoras de eficiencia energética. 

2009 

La UE redujo en un 17% sus emisiones comparativamente entre los años 1990 y 2009. 

2008

 

El informe anual publicado en 2008 por la Agencia Europea de Medio Ambiente sigue colocando a España a la cola de los 27 países de la UE en cuanto al mantenimiento de sus compromisos con Kioto. España ha conseguido un incremento acumulado del 49,5% de las emisiones respecto a 1990, en lugar del 15% al que le autoriza la UE. 

2006 

España continua siendo es el país de la UE que más incumple los objetivos marcados por Kioto, pese a que durante este año recortó un 1,7% del total de sus emisiones contaminantes a la atmósfera. 

2005 

En 2005 ya estaba claro que el aumento de las emisiones estaba asociado al incremento de la demanda eléctrica. En enero de 2005, la demanda de electricidad fue un 15% mayor que en enero de 2004, debido a la ola de frío. 

Por sectores, el mayor responsable de las emisiones sigue siendo el energético, con casi un cuarto del total (24%), seguido del transporte por carretera (22,5%), el sector industrial (16,1) y la agricultura y la ganadería (10,5%). 

 
En el crecimiento de emisiones de dióxido de carbono participan activamente el carbón quemado en plantas térmicas, en este caso en un 8,8%, y el gas natural, en un 4,2%. El consumo de petróleo apenas ha subido en 0,7%. 

2004 

En 2004, según datos del Ministerio de Medio Ambiente, las emisiones estaban casi un 45% sobre el nivel de 1990. El objetivo del II Plan Nacional de Asignación era rebajar las emisiones hasta el 23%.